Los Xel'Naga, tenían en mente el fallo que cometieron con los Protoss: el desarrollo de sus conciencias cuando la especie aún era demasiado inexperta. Por eso decidieron seguir un camino diferente con la todavía joven especie. Intentando evitar los peligros que comporta tener gran cantidad de egos, los Xel'Naga estructuraron una conciencia colectiva que fue unificada en lo que llamaron la Supermente. La Supermente era un ser semi-consciente que representaba todo los instintos de las diferentes razas de Zerg. A medida que el tiempo pasaba, la Supermente desarrolló una personalidad, algo rudimentaria en un principio pero con un intelecto bastante avanzado.
Aunque la Supermente dirigía las acciones de todas las criaturas del enjambre Zerg, usaba otras criaturas para expandir su mandato. La Supermente creó unas criaturas que facilitaban y ampliaban la comunicación. Conocidos como Cerebrados, estas criaturas eran versiones enormes de los primeros gusanos insectoides y estaban preparados para comunicar los designios de la Supermente a toda la especie.
Cada Cerebrado tenía un objetivo como por ejemplo "Defender la Colmena", "Buscar nuevas especies con potencial", "Producir más guerreros", o "Erradicar todas las formas de vida". Los Cerebrados eran capaces de construir sus propias Colmenas y llevar a cabo de esa manera sus objetivos marcados. A medida que pasaba el tiempo estos seres desarrolaban una personalidad que se correspondía a sus objetivos principales. No obstante, los Cerebrados eran incapaces de ignorar las órdenes de la Supermente o de hacer cambios genéticos para desconectarse de ella.
La cadena de mando de los Zerg se iba alargando progresivamente a medida que se incorporaban nuevas razas al enjambre. Los Cerebrados se vieron obligados a usar agentes para comunicar las órdenes a sus subordinados también. Para la defensa y productividad de las inmediaciones de las Colmenas, los Cerebrados crearon las Reinas, criaturas voladoras que les permitían extender el control de sus Enjambres. Las Reinas controlaban la actividad de los zánganos que eran las unidades de trabajo que se dedicaban a conseguir recursos para sus Colmenas y también vigilaban que las colonias de esporas funcionaran al 100%. Cuando había batallas, los Cerebrados llamaban a los Overlords, enormes criaturas voladoras que podían vigilar, eran capaces de transportar y además también expandían las órdenes al enjambre. Así como los Cerebrados seguían las órdenes de la Supermente a toda costa, las Reinas y los Overlords también seguían los designios de los Cerebrados sin rechistar. Este rígido sistema de mando mantenía la eficiencia del enjambre y también su agresividad.
Mientras los enjambres crecían y se fortalecían, la Supermente comenzó a pensar en su propio futuro. Se dió cuenta de que en unos pocos cientos de años su especie habría asimilado todas las razas indígenas de Zerus.Para seguir evolucionando habría la necesidad de que los Zerg abandonaran Zerus. La Supermente comenzó a meditar un sistema de transporte para poder abandonar Zerus. Finalmente llegó una oportunidad, una raza que poseía enormes naves y que viajaba por las profundidades del espacio se acercó al planeta Zerus y la Supermente decidió contactar con ellos. Cuando se acercaron, el enjambre los atacó y fueron rápidamente asimilados. Eso les confirió el poder de resistir al vacío del espacio y fue un nuevo hito en su evolución hacia la perfección. En poco tiempo los guerreros Zerg fueron capaces de resistir a las condiciones del espacio.
Los Xel'Naga no permanecieron impasibles ante el cambio más importante hasta el momento de la vida de los Zerg. Los Zerg, aunque habían empezado siendo unas criaturas débiles y casi inútiles, habían pasado a ser fuertes, autosuficientes y sin renunciar a aquello que caracterizaba a su raza: la voracidad. Los Xel'Naga se dieron cuenta de que habían tenido un éxito mucho más allá de lo que esperaban.
Siguiente capítulo: La caída de los Xel'Naga
Aunque la Supermente dirigía las acciones de todas las criaturas del enjambre Zerg, usaba otras criaturas para expandir su mandato. La Supermente creó unas criaturas que facilitaban y ampliaban la comunicación. Conocidos como Cerebrados, estas criaturas eran versiones enormes de los primeros gusanos insectoides y estaban preparados para comunicar los designios de la Supermente a toda la especie.
Cada Cerebrado tenía un objetivo como por ejemplo "Defender la Colmena", "Buscar nuevas especies con potencial", "Producir más guerreros", o "Erradicar todas las formas de vida". Los Cerebrados eran capaces de construir sus propias Colmenas y llevar a cabo de esa manera sus objetivos marcados. A medida que pasaba el tiempo estos seres desarrolaban una personalidad que se correspondía a sus objetivos principales. No obstante, los Cerebrados eran incapaces de ignorar las órdenes de la Supermente o de hacer cambios genéticos para desconectarse de ella.
La cadena de mando de los Zerg se iba alargando progresivamente a medida que se incorporaban nuevas razas al enjambre. Los Cerebrados se vieron obligados a usar agentes para comunicar las órdenes a sus subordinados también. Para la defensa y productividad de las inmediaciones de las Colmenas, los Cerebrados crearon las Reinas, criaturas voladoras que les permitían extender el control de sus Enjambres. Las Reinas controlaban la actividad de los zánganos que eran las unidades de trabajo que se dedicaban a conseguir recursos para sus Colmenas y también vigilaban que las colonias de esporas funcionaran al 100%. Cuando había batallas, los Cerebrados llamaban a los Overlords, enormes criaturas voladoras que podían vigilar, eran capaces de transportar y además también expandían las órdenes al enjambre. Así como los Cerebrados seguían las órdenes de la Supermente a toda costa, las Reinas y los Overlords también seguían los designios de los Cerebrados sin rechistar. Este rígido sistema de mando mantenía la eficiencia del enjambre y también su agresividad.
Mientras los enjambres crecían y se fortalecían, la Supermente comenzó a pensar en su propio futuro. Se dió cuenta de que en unos pocos cientos de años su especie habría asimilado todas las razas indígenas de Zerus.Para seguir evolucionando habría la necesidad de que los Zerg abandonaran Zerus. La Supermente comenzó a meditar un sistema de transporte para poder abandonar Zerus. Finalmente llegó una oportunidad, una raza que poseía enormes naves y que viajaba por las profundidades del espacio se acercó al planeta Zerus y la Supermente decidió contactar con ellos. Cuando se acercaron, el enjambre los atacó y fueron rápidamente asimilados. Eso les confirió el poder de resistir al vacío del espacio y fue un nuevo hito en su evolución hacia la perfección. En poco tiempo los guerreros Zerg fueron capaces de resistir a las condiciones del espacio.
Los Xel'Naga no permanecieron impasibles ante el cambio más importante hasta el momento de la vida de los Zerg. Los Zerg, aunque habían empezado siendo unas criaturas débiles y casi inútiles, habían pasado a ser fuertes, autosuficientes y sin renunciar a aquello que caracterizaba a su raza: la voracidad. Los Xel'Naga se dieron cuenta de que habían tenido un éxito mucho más allá de lo que esperaban.
Siguiente capítulo: La caída de los Xel'Naga
2 comentarios:
este post me ha dado askito :s
los gusanos me dan cosa T___T
q porq crear una raza tan fea y asesina?
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