miércoles, mayo 11, 2005

Mentiras arriesgadas

Hace poco me comentaba mi hermano la charla que les había dado en el instituto un republicano que estuvo en el campo de concentración de Flossenburg. Me explicó varias historias de la charla y lo sobrecogidos que habían quedado en su clase. Este hombre se llama Enric Marco y cuál ha sido mi sorpresa hoy al ver en la tele como ha salido a la luz que nunca estuvo en el campo de concentración de Flossenburg. Enric Marco ha sido presidente de la Agrupación Amical Mauthausen y condecorado con la Creu de Sant Jordi por la Generalitat de Catalunya. Evidentemente ahora ha dimitido, admitiendo que ha mentido durante 30 años, pero que no lo hizo por maldad. Según su comunicado, pretendía hacerse escuchar y explicar las atrocidades que en los campos de concentración se cometieron. Si ese era su objetivo, lo ha conseguido con creces. Probablemente se habría llevado el secreto a la tumba, pero un historiador planteó dudas sobre la veracidad de sus historias, puesto que la gente que ha sufrido en uno de estos campos no es muy proclive a explicarlas con ese detalle. Así que finalmente no ha tenido más remedio que admitir que fue detenido en Alemania, interrogado, encerrado una breve temporada en una cárcel y más tarde deportado a España, pero sin pasar por la experiencia del campo de concentración.
Oyendo sus comentarios hoy en la tele, realmente parece muy creíble todo lo que explica. Ciertamente lo que dice sucedió, pero no le sucedió a él. Me ha llamado la atención cuando explicaba que les quitaban todas sus posesiones y que para los soldados alemanes ellos eran latinos, gente mediterránea... Mi hermano no ha tardado a decir que lo dijo exactamente igual en la charla, con la misma cara, la misma expresión y el mismo tono. Vamos, que tenía el papel muy bien estudiado.
El dilema está en si hizo bien. Por un lado este hombre ha hablado en cientos de institutos y ha dado muchas charlas por allá donde iba, dando a conocer "su" experiencia en esa barbarie y consiguiendo que nadie lo olvide. Pero ahora todo eso queda empañado por su mentira. Si bien a veces una mentira de este tipo puede tener algún efecto positivo, a largo plazo son contraproducentes como en este caso. Esperemos que nadie olvide que lo que explicó pasó de verdad a otra gente. Diría que para que nunca se repitiera, pero no parece que vaya a ser el caso, visto Guantánamo o las cárceles de Iraq.

1 comentario:

Anónimo dijo...

justamente pensaba ahora... por mas q haya sido buena la intencion y buenos los logros, esta mentira le quita credibilidad, trivializa un hecho real, le quita esperanzas a los jovenes de instituto, lo humilla mucho a pesar q el paso lo suyo

pero aun asi me cuesta juzgarlo :S