Sin duda, la publicidad en la tele ha llegado a límites insoportables. Los intentos de colarnos productos de las maneras más rastreras posibles no cesan. Para mi una de las peores técnicas es cuando cogen a los actores de tal serie y les hacen hablar de las maravillas de cualquier producto, mientras siguen metidos en su papel de esa serie. Si ves telepromoción o publicidad, comienza a temblar. Verás al personaje de turno con algún problema y en seguida llegará otro que le hablará de las maravillas de tal producto, sin escatimar ni un detalle, y que le solucionará la vida para siempre. Queda forzado y muchas veces se nota la incomodidad de los actores ante tal farsa. ¿Quién va a tener una conversación de gilipollas como esa? Si se da el caso que hay que recomendar algo a alguien no le vas a dar de carrerilla todos esos detalles mientras pones por las nubes a la compañía en cuestión. Pero aún puede ser peor, porque en vez de actores conocidos, pueden usar desconocidos, con actuaciones más afectadas y patéticas todavía. En ambos casos se nota casi siempre que no tienen ni puta idea de lo que están hablando con lo que la escena resulta más ridícula todavía. Por si esto fuera poco existe una tercera variante, la de hacer anunciar cualquier tontería al presentador de turno, con efectos similares a los dos casos anteriores.
Hay otra práctica más rastrera si cabe, y consiste en emitir centenares de anuncios durante una película, cortando en medio de cualquier escena sin piedad. Esta práctica tiene un gran fin de fiesta haciendo anuncios cuando quedan entre 3 y 5 minutos de película, con lo que ya se cargan todos los finales. La pregunta es porque ver las pelis por la tele, cuando hay DVDs y Divx. Pues parecerá una tontería, pero en muchas ocasiones que se emita por la tele da ganas de ver esa película, aún sabiendo lo que te espera. Sin duda una actitud que ya debe estar incorporada en la doctrina del gilipollismo.
Entre estas técnicas tan crueles existe otra bastante refinada, el clásico "te voy a repetir el anuncio hasta que nos compres o nos odies a muerte". Muy usado con cantantes que sacan nuevo disco, ahora en verano se convierte en una pesadilla con las malditas canciones de verano y consiguen dar toda su razón de ser al botón del mando de quitar el sonido. En todo caso, por lo menos sabemos qué música debemos evitar o pueden recordar qué tenemos que poner a bajar en el emule. La técnica se puede usar con el rayante "Patrocina este programa" o bien ir intercalando el anuncio entre otros varias veces, con efectos similares.
Los grandes expertos de estas técnicas son Antena 3 tv, virtuosos de lo rastrero y oportunistas a más no poder. Pero no se limitan a eso. Tienen sus informativos, que a parte de distar bastante de la profesionalidad y la ética, muchas veces se convierten en publireportajes. Acostumbran a aparecer directivos de grandes empresas hablando maravillas de tal producto, mientras aparece bien grande en pantalla y nos recuerdan varias veces su nombre. Esta técnica del quien paga manda, les hace hacer el rídiculo en más de una ocasión, puesto que muchas cosas que critican un día, al siguiente lo anuncian como la gran maravilla. Sin duda el mejor ejemplo son los videojuegos: pueden pasar de ser la peor plaga a imprescindibles para vivir.
Mención a parte merece la teletienda, donde el tipo ese calvo nos intenta vender un ordenador HP cada día y el Chuck Norris hace el cazurro un rato. Anuncios machacones y repetitivos hasta la demencia, pueden provocar daños cerebrales irreparables. O algo peor. Que acabes comprando algo...