Aunque la nueva civilización ilustrada creció y prosperó mucho, el Cónclave guardaba un oscuro y vergonzoso secreto de las massas. Había unos cuantos disidentes de las Tribus que rechazaron aceptar el Khala, creyendo que su objetivo era eliminar las individualidades para dar todo el protagonismo al mandacto de los Judicadores.
Afortunadamente, estas Tribus rebeldes no eran hostiles, ni poseían poder militar, pero opinaban que la agenda común del Cónclave los llevaría a la extinción finalmente. Aunque guardaban en secreto su existencia, el Cónclave creía que su aberrante influencia podía acabar difundiéndose en la sociedad Protoss y eso echaría por tierra todo lo que el Khas había conseguido. Con ese convencimiento de que eran una amenaza para el nuevo orden, el Cónclave ordenó a los Templarios que erradicaran a los disidentes. Los Templarios, liderados por un joven guerrero llamado Adun, no fueron capaces de llevar a cabo la masacre que les pedían. En vez de eso, Adun, un tipo idealista, intentó esconder a los rebeldes del Cónclave. Adun creía que podría enseñar a las Tribus Rebeldes la auténtica naturaleza del Khala, mostrándoles como usar sus poderes psiónicos. Aunque sus poderes eran iguales que los de los poderosos Templarios, los rebeldes rechazaron someter sus espíritus, libres y apasionados a los dictados del Khala.
Sin la disciplina del Camino de la Ascensión, los poderes de los rebeldes comenzaron a descontrolarse y a lanzar terribles tormentas psiónicos sobre Aiur. El Cónclave, disgustados porque los Templar no habían destruído las Tribus rebeldes, intentaron desesperadamente arreglar la situación. Si hubieran castigado a Adun y sus Templarios por su insubordinación, se hubieran visto forzados a admitir públicamente la existencia de los rebeldes. Por eso, decidieron hacer desaparecer a las Tribus rebeldes de Aiur de una vez por todas. Se les hizo jurar a los templarios de Adun que no hablarían de su existencia y luego montaron a todos los rebeldes en unas antiguas naves Xel'Naga que fueron enviadas a las profundidades del espacio. A partir de ese momento esos rebeldes serían conocidos como los Dark Templar. Tiempo después, la leyenda de los Dark Templar se fue difundiendo por Aiur e influenió a muchos jóvenes Protoss. Para demostrar su desprecio por el Cónclave y sus lacayos Judicadores, los Dark Templar cortaron los lazos psíquicos que los unían con su raza, eliminando varios apéndices nerviosos. Se rumoreó que estos Templarios habitaban en las sombras y el hecho de cortar el lazo nervioso de su raza, les obligó a conseguir sus energías psiónicas del oscuro vacío del espacio. Esta patraña, entre otras, sirvió para incriminar a los guerreros vagabundos para siempre. Perseguidos y temidos a partes iguales por los de su propia raza, los Dark Templar llevaron una existencia solitaria en sus vetustas naves.Viajando a través del vacío del espacio, nunca abandonaron su amor por Aiur y por eso, en secreto, siguieron velando porque su mundo nunca fuera destruído.
Próximo capítulo: La humanidad y la llegada de los Zerg
P.D.: Me niego a llamar a los Dark Templar, Templarios Tétricos como se les ocurrió llamarlos en la traducción al castellano ¬¬u