Aunque se cree que hubo diferentes factores que provocaron el final del Aeon of Strife, se cita un descubrimiento sin precedentes que llevó a cambios radicales y a la que se conoce como Segunda Época. Mientras las tribus, sedientas de sangre, continuaban luchando entre ellas, un excéntrico místico tropezó con una revelación que resultaría de vital importancia. El místico, el nombre verdadero del cual ha quedado olvidado en el devenir de la historia, es recordado como Khas o "el que trae el orden". Khas, había estudiado las arcaicas y prohibidas enseñanzas de los Xel'Naga, lo que le llevó a desenterrar unos extraños artefactos llamados Cristales Khaydarin. Los Cristales, abandonados por los Xel'Naga, eran fundamentales para facilitar los experimentos genéticos. Khas fue capaz de canalizar la energía de los Cristales a través suyo, permitiéndole acceder al lazo primario que unía a su raza, pero que había sido desconectado y olvidado desde hacía mucho tiempo.
Horrorizado por las ansias de guerra que habían separado su raza durante siglos, Khas comenzó a buscar una manera de curar las profundas heridas de su gente.
Reunió a jóvenes Protoss para enseñar a las nuevas generaciones como acceder al lazo psíquico de la raza. Los jóvenes se sintieron libres para distanciarse de las guerras que asolaban el planeta por todos lados y se dieron cuenta de la estupidez del conflicto. Tomaron conciencia de que el abandono de los Xel'Naga estaba justificado porque sus egos habían corrompido su esencia y realmente eran una creación fallida. Eso sí, también vieron que el fallo no era suyo y que por tanto la guerra civil no estaba justificada.
Khas desarrolló un nuevo y radical sistema psíquico que permitiera disciplinar a las nuevas generaciones y que evitara que se repitieron los trágicos errores del pasado.
Su teoría, conocida como el Khala o "el Camino de la Ascensión", hacía un llamamiento a todos los Protoss para que olvidaran sus diferencias y se reunificaran en la que una vez fue una poderosa raza.
La esperanza de Khas era que el Khala infundiera un nuevo sentido de la esencia y la vitalidad inherente a la raza Protoss. Poco a poco, muchos Protoss comenzaron a abandonar sus ancestrales feudos y se unieron a la legiones Khalai. Eso marcó el principio del fin del Aeon of Strife y el inicio de la Segunda Época. Las terribles guerras se acabaron y las Tribus comenzaron a recuperar sus lazos: las premisas del Khala llegaron hasta las más profundas raíces de la sociedad Protoss.
Siguiente capítulo: Dae'uhl: el gobierno.
Horrorizado por las ansias de guerra que habían separado su raza durante siglos, Khas comenzó a buscar una manera de curar las profundas heridas de su gente.
Reunió a jóvenes Protoss para enseñar a las nuevas generaciones como acceder al lazo psíquico de la raza. Los jóvenes se sintieron libres para distanciarse de las guerras que asolaban el planeta por todos lados y se dieron cuenta de la estupidez del conflicto. Tomaron conciencia de que el abandono de los Xel'Naga estaba justificado porque sus egos habían corrompido su esencia y realmente eran una creación fallida. Eso sí, también vieron que el fallo no era suyo y que por tanto la guerra civil no estaba justificada.
Khas desarrolló un nuevo y radical sistema psíquico que permitiera disciplinar a las nuevas generaciones y que evitara que se repitieron los trágicos errores del pasado.
Su teoría, conocida como el Khala o "el Camino de la Ascensión", hacía un llamamiento a todos los Protoss para que olvidaran sus diferencias y se reunificaran en la que una vez fue una poderosa raza.
La esperanza de Khas era que el Khala infundiera un nuevo sentido de la esencia y la vitalidad inherente a la raza Protoss. Poco a poco, muchos Protoss comenzaron a abandonar sus ancestrales feudos y se unieron a la legiones Khalai. Eso marcó el principio del fin del Aeon of Strife y el inicio de la Segunda Época. Las terribles guerras se acabaron y las Tribus comenzaron a recuperar sus lazos: las premisas del Khala llegaron hasta las más profundas raíces de la sociedad Protoss.
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