Korhal era uno de los núcleos de la Confederación y uno de los primeros enclaves creado por los colonos de Tarsonis. Era uno de los lugares más prósperos de la Confederación, muy poblado y dinámico y muy destacado en el sector militar y tecnológico. La Confederación se beneficiaba enormemente de la contribución de Korhal, pero sus habitantes no estaban muy contentos con el férreo control al que los sometían los senadores confederados. Por esa razón, los ciudadanos intentaron continuar con una cierta autonomía instigando manifestaciones contra las fuerzas ocupantes. Los confederados respondieron declarando la ley marcial en toda la colonia. Eso no hizo más que empeorar las cosas y enervar todavía más a la población, creando una escalada en el caos. Viendo el descontrol de la situación y temiendo que si su colonia más preciada se revelaba, otras seguirían su camino, la Confederación decidió actuar. Se decidió que se usarían todos los medios posibles para calmar la situación y que en todo caso debía servir como aviso para otras colonias.
Un senador de Korhal, Angus Mensgk fue quien lideró las protestas de su gente. La cólera al ver como su pueblo estaba siendo aplastado y como sus gritos de libertad no eran escuchados le hicieron tomar una determinación: declarar la guerra a los confederados. Usando la clásica demagogia nacionalista y patriótica encendió todavía más los ánimos de la población y en seguida se capturaron todas las bases que la Confederación había establecido en Korhal. Entre la admiración de otras colonias, Mengsk declaró que la Confederación ya no tenía ningún derecho sobre Korhal.
Los confederados se retiraron de Korhal y mientras Mengsk y sus allegados celebraron la victoria, creyendo que habían conseguido sus objetivos.
La confederación decidió enviar a sus mejores asesinos, los ghosts, ya que pensaban que eliminar a los líderes sería suficiente. Al día siguiente del envío, se encontraron el cuerpo decapitado de Mengsk así como los de su mujer y su hija. Se comentó que la cabeza de Mengsk nunca apareció. La revolución se había debilitado enormemente, pero no había acabado. Y no sólo eso: la Confederación había creado sin querer a su peor enemigo, Arcturus Mengsk.
Arcturus, un famoso explorador y hombre de negocios de la Confederación, no se tomó muy bien la muerte de su familia. Habiendo sido un explorador toda la vida, conocía la Confederación y sus colonias y sabía hasta donde estaban dispuestos a llegar para conseguir sus objetivos. Hasta ese momento su interés en política era muy bajo e incluso las acciones de su padrelo habían avergonzado en más de una ocasión. Pero nunca imaginó que se llegaría al extremo de asesinar a su familia. Su muerte despertó un instinto en Mengsk, abandonó sus negocios y su prometedor futuro para buscar el solitario camino de la venganza.
Arcturus, un tipo frío, calculador e inteligente se hizo con el control de los seguidores de su padre y reconstruyó un ejército que comenzaron a temer los confederados. La Confederación perdía miles de millones de créditos en soldados, máquinas e instalaciones, mientras que crecían los rumores de una posible alianza de Mengsk con el protectorado de Umoja. Eso les llevó a tomar la decisión de acabar rápido con la situación. Se dispararon 1000 misiles nucleares de clase Apocalypse sobre el planeta Korhal desde la capital Tarsonis. 4 millones de personas murieron en el ataque. En un momento, el planeta más próspero había quedado reducido a una incandescente esfera de cristal ennegrecido.
La noticia del holocausto le llegó a Mengsk a su base secreta en el Protectorado de Umoja. Mengsk, siempre en la retaguardia, juró ese día que no descansaría hasta acabar totalmente con la Confederación.
Creó a los Hijos de Korhal, un grupo rebelde formado por los supervivientes de Korhal y fugitivos de la Confederación. Sus acciones eran rápidas y duras y siempre caían donde más daño hacían. Pero con cada batalla ganada, los medios de comunicación confederados lo retrataban cada vez más como un loco y sanguinario terrorista. Noticias falsas sobre mantanzas de civiles le restaron muchos apoyos de otros grupos rebeldes. Pero el odio público no frenó a Mengsk en su lucha y los Hijos de Korhal continuaron sus acciones para liberar a todo el sector.
Próximo capítulo: Guerra
Un senador de Korhal, Angus Mensgk fue quien lideró las protestas de su gente. La cólera al ver como su pueblo estaba siendo aplastado y como sus gritos de libertad no eran escuchados le hicieron tomar una determinación: declarar la guerra a los confederados. Usando la clásica demagogia nacionalista y patriótica encendió todavía más los ánimos de la población y en seguida se capturaron todas las bases que la Confederación había establecido en Korhal. Entre la admiración de otras colonias, Mengsk declaró que la Confederación ya no tenía ningún derecho sobre Korhal.
Los confederados se retiraron de Korhal y mientras Mengsk y sus allegados celebraron la victoria, creyendo que habían conseguido sus objetivos.
La confederación decidió enviar a sus mejores asesinos, los ghosts, ya que pensaban que eliminar a los líderes sería suficiente. Al día siguiente del envío, se encontraron el cuerpo decapitado de Mengsk así como los de su mujer y su hija. Se comentó que la cabeza de Mengsk nunca apareció. La revolución se había debilitado enormemente, pero no había acabado. Y no sólo eso: la Confederación había creado sin querer a su peor enemigo, Arcturus Mengsk.
Arcturus, un famoso explorador y hombre de negocios de la Confederación, no se tomó muy bien la muerte de su familia. Habiendo sido un explorador toda la vida, conocía la Confederación y sus colonias y sabía hasta donde estaban dispuestos a llegar para conseguir sus objetivos. Hasta ese momento su interés en política era muy bajo e incluso las acciones de su padrelo habían avergonzado en más de una ocasión. Pero nunca imaginó que se llegaría al extremo de asesinar a su familia. Su muerte despertó un instinto en Mengsk, abandonó sus negocios y su prometedor futuro para buscar el solitario camino de la venganza.
Arcturus, un tipo frío, calculador e inteligente se hizo con el control de los seguidores de su padre y reconstruyó un ejército que comenzaron a temer los confederados. La Confederación perdía miles de millones de créditos en soldados, máquinas e instalaciones, mientras que crecían los rumores de una posible alianza de Mengsk con el protectorado de Umoja. Eso les llevó a tomar la decisión de acabar rápido con la situación. Se dispararon 1000 misiles nucleares de clase Apocalypse sobre el planeta Korhal desde la capital Tarsonis. 4 millones de personas murieron en el ataque. En un momento, el planeta más próspero había quedado reducido a una incandescente esfera de cristal ennegrecido.
La noticia del holocausto le llegó a Mengsk a su base secreta en el Protectorado de Umoja. Mengsk, siempre en la retaguardia, juró ese día que no descansaría hasta acabar totalmente con la Confederación.
Creó a los Hijos de Korhal, un grupo rebelde formado por los supervivientes de Korhal y fugitivos de la Confederación. Sus acciones eran rápidas y duras y siempre caían donde más daño hacían. Pero con cada batalla ganada, los medios de comunicación confederados lo retrataban cada vez más como un loco y sanguinario terrorista. Noticias falsas sobre mantanzas de civiles le restaron muchos apoyos de otros grupos rebeldes. Pero el odio público no frenó a Mengsk en su lucha y los Hijos de Korhal continuaron sus acciones para liberar a todo el sector.
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