El Khala, estableció como característica básica un rígido sistema de comportamiento y también supuso un cambio de sociedad Tribal a sociedad de Castas. Todos los miembros de las Tribus Protoss se dividieron en 3 nuevas castas: los Judicadores, los Khalai y los Templarios. Este cambio eliminó las rencillas que quedaban entre las diferentes Tribus y fortaleció los lazos de los Protoss en este nuevo comienzo. La casta de los Judicadores estaba compuesta por los Protoss más viejos y gobernantes, su máxima responsabilidad era gobernar y dictar las leyes bajo los supuestos del Khala. La asamblea de Judicadores estaba formada por un pequeño grupo de ancianos sabios conocido como el Cónclave.
La segunda casta, los Khalai, la formaban la mayor parte de la población. Los Khalai tenían entre ellos a industriales, científicos y trabajadores que continuaban reconstruyendo su mundo después de la destrucción que había comportado el Aeon of Strife.
La tercera casta eran los Templarios, guerreros calificados de sagrados y defensores de Aiur, que seguían la disciplina Khala para conseguir llevar sus poderes psiónicos a un nivel superior.
Bajo el liderazgo de el Cónclave y la administración de los Judicadores y armados con la fuerza de los Templarios, los Protoss pronto reconstruyeron el destruido Aiur en un magnífico paraíso.
Gracias a su cada vez mayor prosperidad, se retomaron muchos de los estudios que se habían perdido o abandonado y eso les permitió iniciar los viajes espaciales. Durante los siguientes siglos, los Protoss conquistaron cientos de mundos cercanos a Aiur y diseminaron los frutos de su gran civilización entre razas inclusa más avanzadas que la suya.
Los Protoss consiguieron conquistar una parte importante de los mundos que antes dominaban los Xel'Naga.
Siguiendo los estrictos supuestos del Khala, los Protoss siguieron los dictados del Dae'uhl, o "Gran Gobierno". Siguiendo las antiguas tradiciones de los Xel'Naga, el Dae'uhl pidió a todas las fuerzas Protoss que protegieran a las razas menos poderosas que se iban encontrando. Pero prefirieron no hacer como sus creadores y rechazaron experimentar genéticamente con las razas que estaban bajo su protección. Aún así, si controlaron que no aparecieran mutaciones perjudiciales para otras razas, pero al igual que los Xel'Naga simplemente vigilaban y no se mostraban a sus protegidos. Muchas razas crecieron y evolucionaron sin ni si quiera sospechar que eran observadas y vigiladas desde las alturas.
Siguiente capítulo: Los Dark Templar
La segunda casta, los Khalai, la formaban la mayor parte de la población. Los Khalai tenían entre ellos a industriales, científicos y trabajadores que continuaban reconstruyendo su mundo después de la destrucción que había comportado el Aeon of Strife.
La tercera casta eran los Templarios, guerreros calificados de sagrados y defensores de Aiur, que seguían la disciplina Khala para conseguir llevar sus poderes psiónicos a un nivel superior.
Bajo el liderazgo de el Cónclave y la administración de los Judicadores y armados con la fuerza de los Templarios, los Protoss pronto reconstruyeron el destruido Aiur en un magnífico paraíso.
Gracias a su cada vez mayor prosperidad, se retomaron muchos de los estudios que se habían perdido o abandonado y eso les permitió iniciar los viajes espaciales. Durante los siguientes siglos, los Protoss conquistaron cientos de mundos cercanos a Aiur y diseminaron los frutos de su gran civilización entre razas inclusa más avanzadas que la suya.
Los Protoss consiguieron conquistar una parte importante de los mundos que antes dominaban los Xel'Naga.
Siguiendo los estrictos supuestos del Khala, los Protoss siguieron los dictados del Dae'uhl, o "Gran Gobierno". Siguiendo las antiguas tradiciones de los Xel'Naga, el Dae'uhl pidió a todas las fuerzas Protoss que protegieran a las razas menos poderosas que se iban encontrando. Pero prefirieron no hacer como sus creadores y rechazaron experimentar genéticamente con las razas que estaban bajo su protección. Aún así, si controlaron que no aparecieran mutaciones perjudiciales para otras razas, pero al igual que los Xel'Naga simplemente vigilaban y no se mostraban a sus protegidos. Muchas razas crecieron y evolucionaron sin ni si quiera sospechar que eran observadas y vigiladas desde las alturas.
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