La civilización Protoss se diseminó por el planeta Aiur, en unos miles de años estaban por todo el planeta y finalmente se instauró un régimen centralizado que mandó sobre las 2 razas. Los Xel'Naga habían descendido sobre Aiur y deseaban conocer hasta donde podía llegar su mejor creación y hasta que punto habían evolucionado, así que se integraron en la cultura Protoss.
La llegada de los Xel'Naga pareció unir a las diferentes tribus Protoss, ya que estos estaban maravillados de ver a sus creadores y su naturaleza les hacía querer saber más del enorme conocimiento de los Xel'Naga. Éstos, se seguían maravillando de lo rápido que sus conocimientos eran implementados por los Protoss. Los Protoss habían desarrolado una sed de conocimiento que los llevó a desarrollar experimentos totalmente innovadores, muchos de ellos relacionados con el sistema neurálgico. Poco a poco todos los secretos de su raza se iban descubriendo e iban siendo conscientes de que eran una raza superior, lo que les hizo cada vez más orgullosos y a cada vez valorar más los éxitos personales, que los comunes.
Sus éxitos les aislaban cada vez más, intentaban saber cual era su auténtico cometido, no solo en su propia sociedad, sinó en el universo. Mientras los Protoss crecían, los Xel'Naga comenzaron a sentir una profunda frustración. Comenzaron a pensar que habían acelerado la evolución de los Protoss demasiado y que eso los había desviado del camino que ellos querían para conseguir la pureza de la raza. Se dieron cuenta que los Protoss habían perdido una de sus mayores virtudes: mientras los egos crecían, el trabajo en grupo y todo aquello que unía a la raza estaba desapareciendo. Las diferentes tribus, conducidas por objetivos individualistas, reavivaron sus tradiciones más ancestrales para distinguirse entre ellos. Donde antes solo había veneración hacia sus creadores, ahora solo había sospecha y desasosiego y comenzaron a ver a los Xel'Naga como unos entrometidos en sus asuntos. Los meses pasaban en Aiur y las tribus Protoss se fueron distanciando de sus creadores, mientras crecían los rumores de una supuesta tración de éstos. El paso final de las tribus Protoss para diferenciarse del resto de su raza fue destruir sus conexiones psíquicas primarias. Eso destruyó totalmente la empatía entre ellos y acabó con el último rasgo que los unía como raza y los hermanaba a todos. Este gesto de los Protoss fue la señal para los Xel'Naga, de que su mejor creación había perdido el rasgo fundamental que les hacía una gran raza. Quedó demostrado que se habían pasado evolucionandolos tan rápido y que esa decisión de los Protoss era tan grave que los debían abandonar para siempre.
Así que los Xel'Naga empezaron a abandonar Aiur. Los Protoss, que ya no respetaban a sus creadores, al enterarse de su marcha enfurecieron y respondieron violentamente. Atacaron las enormes madres capitales de los Xel'Naga, matando a miles de los que no hace tanto habían idolatrado como dioses. Los Xel'Naga se defendieron del ataque Protoss como pudieron y en la más enorme tristeza partieron hacia el vacío del espacio para no volver nunca más. Las tribus Protoss, confundidas y abandonadas comenzaron a luchar entre ellas échandose las culpas unos a otros de lo sucedido. Lo que pasó después es recordado como una de las guerras civiles más sangrientas y violentas de la historia: el Aeon of Strife. La guerra continuó durante incontables generaciones, conducida por un perpétuo sentimiento de culpabilidad por su abandono.
Pocos documentos se conservan de esa etapa perdida de la historia de los Protoss, pero está claro que los Primogénitos, involucionaron en una simples legiones de asesinos sin escrúpulos.
Cientos de años de odio hacia sus iguales, generaciones enteras de Protoss vivieron y murieron sin conocer el legado de los Xel'Naga y los lazos psíquicos que una vez unieron a su raza. Se dice que la orografía de Aiur quedó tan dañada, que desaparecieron incluso muchas de las enormes montañas dela planeta por culpa de la locura de la lucha de las tribus. Parecía que la que una vez fue una gloriosa cultura, estaba avocada al precipicio de la aniquilación.
Próximo capítulo: El Khala, el camino de la ascensión.
P.D.: Aeon of Strife, sería el Eón de la lucha. Un Éon es una unidad de tiempo que equivale a la eternidad XD
La llegada de los Xel'Naga pareció unir a las diferentes tribus Protoss, ya que estos estaban maravillados de ver a sus creadores y su naturaleza les hacía querer saber más del enorme conocimiento de los Xel'Naga. Éstos, se seguían maravillando de lo rápido que sus conocimientos eran implementados por los Protoss. Los Protoss habían desarrolado una sed de conocimiento que los llevó a desarrollar experimentos totalmente innovadores, muchos de ellos relacionados con el sistema neurálgico. Poco a poco todos los secretos de su raza se iban descubriendo e iban siendo conscientes de que eran una raza superior, lo que les hizo cada vez más orgullosos y a cada vez valorar más los éxitos personales, que los comunes.
Sus éxitos les aislaban cada vez más, intentaban saber cual era su auténtico cometido, no solo en su propia sociedad, sinó en el universo. Mientras los Protoss crecían, los Xel'Naga comenzaron a sentir una profunda frustración. Comenzaron a pensar que habían acelerado la evolución de los Protoss demasiado y que eso los había desviado del camino que ellos querían para conseguir la pureza de la raza. Se dieron cuenta que los Protoss habían perdido una de sus mayores virtudes: mientras los egos crecían, el trabajo en grupo y todo aquello que unía a la raza estaba desapareciendo. Las diferentes tribus, conducidas por objetivos individualistas, reavivaron sus tradiciones más ancestrales para distinguirse entre ellos. Donde antes solo había veneración hacia sus creadores, ahora solo había sospecha y desasosiego y comenzaron a ver a los Xel'Naga como unos entrometidos en sus asuntos. Los meses pasaban en Aiur y las tribus Protoss se fueron distanciando de sus creadores, mientras crecían los rumores de una supuesta tración de éstos. El paso final de las tribus Protoss para diferenciarse del resto de su raza fue destruir sus conexiones psíquicas primarias. Eso destruyó totalmente la empatía entre ellos y acabó con el último rasgo que los unía como raza y los hermanaba a todos. Este gesto de los Protoss fue la señal para los Xel'Naga, de que su mejor creación había perdido el rasgo fundamental que les hacía una gran raza. Quedó demostrado que se habían pasado evolucionandolos tan rápido y que esa decisión de los Protoss era tan grave que los debían abandonar para siempre.
Así que los Xel'Naga empezaron a abandonar Aiur. Los Protoss, que ya no respetaban a sus creadores, al enterarse de su marcha enfurecieron y respondieron violentamente. Atacaron las enormes madres capitales de los Xel'Naga, matando a miles de los que no hace tanto habían idolatrado como dioses. Los Xel'Naga se defendieron del ataque Protoss como pudieron y en la más enorme tristeza partieron hacia el vacío del espacio para no volver nunca más. Las tribus Protoss, confundidas y abandonadas comenzaron a luchar entre ellas échandose las culpas unos a otros de lo sucedido. Lo que pasó después es recordado como una de las guerras civiles más sangrientas y violentas de la historia: el Aeon of Strife. La guerra continuó durante incontables generaciones, conducida por un perpétuo sentimiento de culpabilidad por su abandono.
Pocos documentos se conservan de esa etapa perdida de la historia de los Protoss, pero está claro que los Primogénitos, involucionaron en una simples legiones de asesinos sin escrúpulos.
Cientos de años de odio hacia sus iguales, generaciones enteras de Protoss vivieron y murieron sin conocer el legado de los Xel'Naga y los lazos psíquicos que una vez unieron a su raza. Se dice que la orografía de Aiur quedó tan dañada, que desaparecieron incluso muchas de las enormes montañas dela planeta por culpa de la locura de la lucha de las tribus. Parecía que la que una vez fue una gloriosa cultura, estaba avocada al precipicio de la aniquilación.
Próximo capítulo: El Khala, el camino de la ascensión.
P.D.: Aeon of Strife, sería el Eón de la lucha. Un Éon es una unidad de tiempo que equivale a la eternidad XD
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